Lucía y yo.
Dolor o alivio.
Mía de mi corazón muy a pesar de que tu nunca sepas cómo iniciar una carta, yo sí.
Hace un año que dejé de quererte y no supe explicármelo ni a mí. Fue difícil entenderlo y reconocer todo el proceso del porqué dejé de hacerlo. Te cuento, mi no amor... cuando por cosas de la vida decidiste dejar de quererme y comenzar a crear una barrera entre nosotros, quisiste buscar algo más, otras más.
Primero entró mi ego ¿¡cómo podías buscar algo más que no fuera yo!?
Ya te lo he dicho, los constructos románticos también me los he aprendido yo.
Luego llegó el dolor, me estabas abandonando y estabas sin estar. Queriéndolo todo y nada a la vez. Te quise odiar y moría en silencio todas las noches; llanto, deseos increíbles de ser otra, otra que no te quisiera.
Después la ternura y nostalgia combinadas, llegaron a mi puerta y me dije mil veces que yo ya sabía que quien quería era yo, no tu. Por eso mismo sabía que no estabas obligada a quererme y pedía a Dios que por favor no se te ocurriera quererme cuando yo ya no estuviera. El orgullo no es buen amigo. ¿Sabes? Me convertí en ti, egoísta, manipuladora, amante de ocasión y necesidad, comencé a darte lo que tu me dabas, ignorar tus mensajes o tus llamadas por la noche.
Dejar de estar triste por tu ausencia y sentir alivio cuando no estabas. Hablar con otras, huir a otras ciudades con otras gentes. Sin ti. Básicamente me volví tu poco a poco. Besos contados y forzados, crisis emocionales que arreglamos juntas. Forzando al amor, tu sin soltarme y yo quedándome para desafiar tus alcances. Me enfermé de ti y vi cómo no te querías, ni me querías, ni nos querías y decías que si y otras tantas veces me quisiste ofrecer como tributo diciéndome que me merecía alguien que me amara de verdad y no como tú. ¿Tenías el mismo juego con Lucía? Que horrible es llegar a la vida de alguien después de un gran amor. ¿Por qué dijiste que si? La venganza y tu maldita maña de castigar a Lucía sin importar a quién te llevas entre los pies, en este caso, yo. Pero te dejé que lo hicieras, en un tiempo por "amor" y luego por apego, pero los otros años por terca. Hay muchas cosas que amo de ti, pero son más las que odio, yo no quería que te convirtieras en una más y ya ves, así fue.
Siempre me dije que sería incondicional pero eso es una mierda Mía, es firmar una pacto lleno de promesas o mentiras implícitas, como mejor quieras llamarles; entonces rompí el pacto, dejé de lado la lealtad a ti y me fui leal yo. Te engañé todas las veces que me fueron necesarias. No merecías mi amor, ni mis atenciones, pero aún así seguiste cegada por tu poca tolerancia a mis celos "sin sentido". Debo decir que trate de justificarte mucho tiempo, me cansé y eso también es cierto. Escúchame cuando te digo que darte lo que me dabas me llevó por un camino poco certero.
No soy esa persona áspera, irascible y fría que te he mostrado estos años, pero el verte buscar en otra parte algo diferente a mi, eso me llenó de rabia, yo te lo dije... herida soy tan peligrosa.
Mía, yo no tenía que pagar los platos rotos de Lucía, jamás lo entendiste. No me gustan los amores tibios, esos que me quitan las ganas, la risa y el brillo, vamos, que dejaste de provocar en mi esa inquietud de desnudarte; no quise dar más mi cuerpo y frenesí a alguien que no le importaba mi poesía, a quien gustaba de personas vacías que solo aportaban pasiones momentáneas. ¿Me querías? ¿Para qué? ¿Para lamer tus heridas? ¿Para consolarte un viernes de soledad por la noche? Y abandonarme un domingo por compromisos "espontáneos".
Que asco me di, observando como te llenabas de amores baratos e ignorando mi sentir.
Jamás me había sentido tan reemplazable y eso no me lo perdono. Dejé de disculpar tus fallos y sobre todo aquellos que sabías que me lastimarían y aún así hiciste.
Aún así de todo esto que te he estado contando hay algo que realmente no se si te duela o te de alivio, pero, me enamoré de alguien que no eres tú.
Solange.
- Lucía y yo ♡

Comentarios
Publicar un comentario