Intenso


La pregunta que siempre ha rondado mi cabeza ¿Quién podría amarme? 

Tengo una herida profunda, una que requiere de toda mi atención para que su fluido supurante deje de arruinar mis oportunidades.

He perseguido la calidez de un amor sincero por muchos años.

Poco me daba cuenta de lo corrosivo que es aferrarse a casi cualquier cosa o persona. 

Mi alma no descansa, ni un momento. Mi cabeza da vueltas buscando respuestas todo el tiempo, de mis errores más continuos, querer controlar todo a mi alrededor sin dar orden a mi interior, no sé confiar, ni amar, ni soltar.

Repito en mi cabeza la película de todos esos momentos desagradables, una y otra vez, borrando así todo lo agradable, permitiendo el olvido, ese al que tanto le temo.

Me canso de repetirlo, soy mi enemiga más íntima, me sé de memoria mis debilidades y uso cada una de ellas para romperme vez tras vez.

Parece ser, que soy imparable, la amante del control siendo incontrolable.

Rebasar mis límites en nombre del “amor”, traicionarme cada vez. 

Obstinada y cruel, eso soy conmigo.

No sé aún desaprender.


Nadie quiere amor de segunda mano.


¿Cómo reconocerme si no me conozco? 

Verás, no padezco, ni sufro, ni responsabilizo a nadie de esto en lo que me he convertido.

¿Lo ves? Lo que me está costando quererme, migrar a ser esa mujer libre y plena.

Reconocerme humana, aprender y deconstruirme, incendiarlo todo y renacer en vida, dejar de sobrevivir.

Ahora tengo la respuesta a la duda inicial, soy quien debe amarse, ahora en el abismo y después en la cima, incondicional.


Mala 🖤

Comentarios

Entradas populares